Aunque los smartphones y tabletas les están comiendo terreno a pasos agigantados, lo cierto es que se siguen comprando ordenadores. El año pasado supuso un punto de inflexión para el mercado del PC, llegando a rozar las 84 millones de unidades vendidas.
Ya sea como dispositivo secundario en el hogar o porque se trata de nuestra principal herramienta de trabajo, la compra de un ordenador representa una inversión importante que, como otras en la vida, no conviene hacer a la ligera.
Vamos a revisar algunos de los errores más comunes:
– Comprar un ordenador por encima de lo que necesitas
Si lo que quieres es hacerte con un ordenador que responda a tus necesidades y al uso que quieres darle, quizá no sea buena idea dejarse llevar por las tendencias. Entre otras cosas porque estarás pagando de más.
– Dejarnos engañar por los números
Uno de los errores más comunes es fijarse en los números que aparecen en los nombres comerciales de sus componentes. ‘Cuanto más altos, mejor’, piensan, No siempre eso responde a la realidad.
– Lo que puedes esperar de un Sistema Operativo
Sistemas operativos hay unos cuantos – Windows, OS X, Linux, Chrome OS, por citar algunos – y ciertamente existen diferencias notables entre ellos. Una principal: que soportan software distintos. Si tienes un ordenador antiguo funcionando con un sistema operativo y quieres trasladar el software a un nuevo ordenador, no puedes esperar que funcione. Es más, si cambias de plataforma seguramente no encuentres una versión de ese software que funcione en un nuevo sistema.
– No probar antes de comprar
No lo dudes: si tienes la posibilidad de probar un ordenador antes de llevártelo, hazlo. El ratón, la pantalla, el teclado… lo que sea. Incluso si tienes la posibilidad de comprarlo por Internet, ve primero antes a la tienda física. Así podrás asegurarte de que el dispositivo te resulta cómoda y se adapta a ti.
– Dar por hecho que nuestro ordenador incluye ‘X’ aplicaciones
Otro de los errores más frecuentes a la hora de compra un PC o portátil es dar por hecho que incorpora ciertas aplicaciones. Esto es trasladable a cualquier elemento que se te ocurra: ranura para CDs, puertos USB, altavoces… Sea lo que sea que quieras que incluya tu nuevo ordenador, asegúrate de que, efectivamente, lo lleva incorporado.
– Creer que los componentes podrán actualizarse siempre
Una ventaja de muchos ordenadores, portátiles y PCs, es que permiten la instalación de componentes que mejoran o mantienen su rendimiento aunque el hardware soporte cada vez más trabajo. Sin embargo, uno de los errores más comunes a la hora de comprar un equipo es pensar que estas actualizaciones podrán aplicarse siempre. Pero no hay que olvidar que en la industria de la tecnología es muy habitual que los dispositivos se fabriquen con ‘fecha de caducidad’ (seguro que te suena el término obsolescencia programada).
– No poner a prueba el dispositivo
El proceso de compra de un nuevo ordenador no termina en el momento en el que lo pagas. Mientras el dispositivo está en garantía, debes aprovechar para sacarle el máximo partido y llevarlo hasta el límite de sus posibilidades. Instala todos los programas que quieras y úsalos, juega durante horas a tu videojuego favorito, comprueba que la conexión WiFi no pierde calidad y prueba todos y cada uno de los puertos USB.
Se trata de asegurarse de que el ordenador responde a los que esperas de él. Si lamentablemente no es así, siempre puedes devolverlo durante los primeros días.(En Europa, incluso en la venta por internet, la garantía de un producto es de dos años)
– Lo barato puede salir caro
A no ser que tus requisitos sean mínimos y apenas lo necesites para navegar por Internet, si te haces con un dispositivo muy barato lo más probable es que lo que te ahorras en dinero se traduzca en dolores de cabeza.
Un hardware barato envejece mucho antes, lo que te obligará a comprar uno nuevo en poco tiempo. No hace falta que te gastes 2.000 euros, pero no dejes de echar un vistazo a aquellas marcas que garanticen mayor ciclo de vida.
– Las prisas, malas consejeras
Las prisas no son buenas, tampoco a la hora de comprar un ordenador. (…) lo ideal es que tengamos en mente la compra de un nuevo ordenador y vayamos mirando lanzamientos, promociones y ofertas. Esto puede marcar la diferencia también en nuestro bolsillo. El ritmo frenético del mercado tecnológico también afecta a los ordenadores, y es habitual encontrar cada poco tiempo nuevas versiones que dejan a las anteriores, muchas veces prácticamente idénticas, con precios más asequibles. Solo es cuestión de estar un poco al tanto de lo que se mueve.
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