Los europeos han establecido altos estándares de seguridad cibernética y privacidad digital. El Reglamento General de Protección de Datos (GDPR), introducido en mayo de 2018, proporciona nuevas reglas para dar a los ciudadanos más control sobre sus datos personales y una ventaja competitiva para las empresas que cumplen con los requisitos. La Directiva de Seguridad Nacional y de la Información (NIS), por otro lado, es la piedra angular de la arquitectura de ciberseguridad de la UE. Proporciona medidas legales para impulsar el nivel general de ciberseguridad en la UE. Los dos instrumentos legislativos están estrictamente entrelazados, y la Directiva NIS proporciona medidas legales para aumentar el nivel general de ciberseguridad en la UE como un conjunto de reglas complementarias necesarias para el GDPR.
Un nuevo informe del proyecto Cyberwatching.eu, financiado con fondos comunitarios, ofrece información sobre el papel de apoyo entre el marco regulatorio que se ha implementado dentro de la UE y el mercado que necesita aplicarlo a las actividades que lleva a cabo. El documento discute la interacción de los dos marcos legales, con el fin de establecer sus requisitos y ayudar a los responsables políticos a comprender sus complejidades.
El informe también analiza el impacto del GDPR en las tecnologías emergentes. El amplio alcance de GDPR ha planteado nuevos desafíos, frente a tecnologías emergentes como la inteligencia artificial («AI»), IoT y blockchain. Dichas tecnologías son ahora factores competitivos clave para las empresas para impulsar el rendimiento, la productividad y el mercado único digital europeo.
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